Se me agolpan muchas ideas en la cabeza: Novela Gráfica, Bruguera, redes sociales, Nobrow, cachondeo padre. Voy a intentar ordenarlas, así nos aclaramos todos.
Cuando hablamos de libertad creativa, y la asociamos a la explosión de la Novela Gráfica, debemos señalar que en sentido último podemos hablar de libertad editorial. Los viejos formatos, obsoletos, caducos, han dado paso a una variedad de modelos que da gloria verlos. Fijaos en las ediciones españolas del 'Bodyworld' de Dash Shaw o el 'ACME Novelty Library' de Ware. Nuevas maneras, nuevos objetos.
¿Y el público? ¿Cómo ha acogido este fenómeno? Me imagino que al nuevo lector de nuevos tebeos (creo firmemente que esa figura existe, sí) le parece bien. Los actuales modos de consumo celebran la diferencia, la huella de la forma frente al contenido: juzguemos el libro por sus cubiertas, coño ya.
Luego, si tenemos un producto novedoso... ¿por qué no recurrir a otros canales de distribución y venta? Me gustaría olvidarme de los puntos de venta masivos... me diréis, 'eh, listo, un editor quiere vender, ¿cómo va a dejar de lado las librerías?'. Os respondería, 'pero troncos, no todos los editores son Penguin Books, a lo mejor no le hace falta estar en la FNAC, por el momento'. Entonces... ¿un editor de nuevos tebeos tiene nuevos canales de venta? Hombre, claro, y asentados, normalizados, y regulados a través de la internet, esa cosa.
Manuel Bartual lleva tiempo demostrando que es un tío inquieto. Quizás ha entendido antes que nadie el panorama actual. O mejor que nadie, que también puede ser. El caso es que desde que se lió la manta a la cabeza con su fanzine '¡Caramba¡', muchos nos olíamos que aquello era la primera etapa de un tour de force con varios puertos de montaña de estos duros, de los que joden las piernas pero sirven para decidir las competiciones.
Y el primero ha llegado hoy, Bartual, flanqueado por Alba Diethelm, acaba de inaugurar http://carambacomics.com/, una editorial con regusto brugueriano, pero tan alejada de aquella como Nadal lo está de Santana. Catálogo reducido, especializado y cuquísimo, nuevos autores nacidos y fogueados en blogs más los sospechosos habituales, pósters, camisetas y mercaderías variadas. Todo en venta desde la web. Todo con un olor a nuevo que tira de espaldas. Todo cosas bonitas. Ya sabéis por dónde voy.
Desde aquí no tengo más que desear suerte a Bartual y a los que vendrán. Editores que comprendan que hacía mucho que el cómic no afrontaba un momento tan ilusionante como este.
Porque, de verdad, esta vez, las cosas están cambiando.
8 comentarios:
Amén, Pablo, totalmente de acuerdo. Añado que me consta que Manuel y Alba tienen mucha, mucha ilusión, y que además dan un trato a sus autores (en todos los aspectos) excelente, la clave para que estén contentos y vuelvan a por más.
Totalmente de acuerdo, estos movimientos de producción libre que pueden ser a pequeña escala, pero con difusión global, es la revolución del sistema del sistema de producción-distribución de nuestros tiempos. No solo se ve en los tebeos, también con la cerveza artesanal, por poner otro ejemplo. Y mola. Por que somos sibaritas de lo bueno. Y aunque sean pocos y esparcidos ahora es más fácil llegar a los interesados.
Pero todo tiene una base comercial, y creo la novela gráfica y su boom en librería también esta algo ligado a un formato bien determinado por las grandes, esos tochos de lomo y tamaño definido, por las características de impresión o por lo que sea, y que mucha gente menos metida identifica con la novela gráfica, esos tebeos que son como libros (que si pero no, claro, que es otra cosa, pero ya nos entendemos).
Pero rollos a parte, que suerte Caramba.
claro, acolostico, hay mucho tomazo arrimado al sol que más calienta, desde luego.
el otro tema, sí, creo que es lo interesante: la capacidad de llegar a un público enorme vía web, y cómo surgirán tus compradores a poco que cuides tu producto.
lo de Caramba! es impepinable, es un signo de los nuevos tiempos, y además con una de las campañas promocionales, o publicitarias, ma´s inteligentes que recuerdo. desde aquel vídeo rodado en el salón conmedio mundo exclamando caramba!!! a esta nueva aventura editorial (que solo por dar papel, pulpa, a Pacheco, ya tiene un diez)todo en las formas es nuevo, fresco, atrevido pero con pasos firmes y movimientos bien templados.
A por el mundo, "fluzo"!!!!!!!
Ayer escuchaba yo en la radio algo parecido en cuanto a esa filosofía pero aplicado a los alimentos: el slow food y el manifiesto KM 0, un movimiento de restauradores y agricultores que pretende potenciar el producto autóctono y limitar el excesivo uso de distribuidores mayoristas que acaparan el mercado y inflan los precios así como reducir los efectos nocivos sobre la biodiversidad. Esto aplicado al cómic funciona igual. Como bien dices Tebeobien, mediante las nuevas tecnologías hay cada vez más soluciones. Una de ellas podría ser el Espresso Book Machine, una máquina capaz de editar un libro en 5 minutos. Ahora suena a ciencia ficción pero si tenemos en cuenta que el cómic digital parece que puede poner en peligro la subsistencia de las librerías una solución podría ser que los libreros tuvieran esta pequeña joya. Esto facilitaría la incorporación de los libreros al competitivo mundo editorial eliminando de un plumazo a los distribuidores de la ecuación (50-55% del total del negocio conjuntamente con las librerías, al menos en nuestro país, según el vídeo de Mauro Entrialgo: http://www.youtube.com/watch?v=LQ7hh0ES96w ).
La editorial podría dedicarse a tareas de promoción e incluso a ediciones más cuidadas de obras concretas, si bien pasarían a no ser tan de obligado paso como lo son ahora.
Los autores podrían ver incrementada su tajada del pastel, lo cual en la mayoría de casos ayudaría a la profesionalización e incorporación de sangre nueva al medio, así como la posibilidad de una total dedicación laboral.
Los lectores no tendrían que sufrir por obras agotadas o no publicadas. A un click el volumen impreso en 5 minutos.
El cómic digital podría funcionar como una premiere televisiva, ayudando a enganchar a nuevos lectores.
Reducción del espacio necesario de stock de productos en las librerías.
Se buscan soluciones y para eso esta la tecnología de este nuevo siglo XXI que estrenamos :)
pues sí, muy bien explicado todo!
La apisonadora digital se va a llevar por medio al distribuidor, pero también al librero, que no deja de ser otro intermediario más, y al editor que no trabaje con material propio…
La solución de Jordi es un apaño que podría funcionar en un momento muy concreto de transición, pero nada más…la supervivencia pasa por la especialización y el libro objeto (y esta es una de las ventajas del cómic), es decir, no me veo pidiéndole a mi librero que me “edite” el último numero de Spiderman si me lo puedo bajar más barato y en castellano de la página de Marvel, pero sí me veo en la librería comprando el último Ware.
Estoy de acuerdo en lo que dices Ernesto, lo que no tengo tan claro es cuanto tiempo se puede prolongar dicha transición. ¿Igual hasta que nuestra generación acostumbrada al papel se extinga? Quien sabe, pero después de eso la verdad es que no me preocupa mucho. Los soportes digitales nacen y mueren, y cada vez parece que lo hacen más rápido, sobre todo por la necesidad de actualizar la tecnología y de mantener rentable el negocio de la venta de dispositivos. Es una dinámica demasiado agresiva y poco práctica a muchos niveles, pero el tiempo dirá.
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