Este fin de semana he estado en Granada, visitando su XVI Salón del Cómic. Resumo rápido: lo he pasado bien y he conocido a personas realmente encantadoras. Eso, en lo más personal, claro.
En el otro lado del ring, la propia experiencia del sarao en cuestión ha sido terrible. No valgo para esto. Me he hecho mayor, soy un cascarrabias ('por amor de dios, ¿cómo puedes ir disfrazado así?', etcétera) y mi nivel de tolerancia está a la altura de un listón de limbo. Por los suelos.
Ahora, si reflexiono con un poco más de calma... bueno, supongo que es inevitable que un adolescente aproveche estas cosas para sacar sus katanas a la calle y babear por las chorbas góticas. Es el rollo festivo, ¿no? Bien por ellos.
Pero por dios, no me hagas participar en algo así.
Este año, el Saló de Barcelona va a zombificarse. Un guiño al tebeo de Kirkman, sí, pero, sobre todo, al gran público. Ese gran público que se pirra por los zombis. Que se disfraza de zombi. Que va por la calle arrastrándose susurrando 'cereeeebrooo'. Que monta flashmobs de 'Thriller' en menos que canta un gallo.
El gran público. La gente normal. Que hace cosas que hace la gente normal, vamos.
Y es que lo que de ninguna manera le gusta hacer a la gente normal es acudir a charlas de autores respetando los programas y los horarios, visitar exposiciones abiertas al público fuera de los recintos de los propios salones, involucrarse en el desarrollo de las actividades con la participación activa de la organización, asistir a coloquios abiertos y sesiones de firmas en librerias... No, hostia, la gente normal se maquea de muerto viviente antes de leer tebeos, todos los sabemos.
Y el freak, pues de Naruto, o de Light Yagami, o de lo que cojones toque ese año.
Y así, todos contentos.
2 comentarios:
Yo estuve por allí, hacia tiempo que no iba a un salón por el simple hecho de disfrutar (suelo estar con el fanzine Adobo vendiendo y lo disfruto mucho menos)y efectivamente, me pasé 3 cuartas partes viendo una charla maravillosa y pegandome unas birras en la cafeteria. Yo creo que el tinglado está asi montado y les deja más dinerete a los salones. Yo con que sigan haciendo de vez en cuando buenas actividades paralelas me conformo. Replantear los salones de cero me parece dificil... Pregunto sin segundas: Hay algún ejemplo válidoen España o fuera que no sea Angouleme (aunque desconozco si allí también pasa eso) como Salón de cómic ideal?
sin segundas te contesto: ni idea, no conozco ni de lejos todo el panorama.
no desde cero, pero si reformular, hombre. como fanzinero que eres, supongo que bien-bien no lo pasarás en muchos salones, no? porque se os ningunea cosa mala!
Publicar un comentario