lunes, 31 de enero de 2011

LA MANO DE DIOS.

‘Lint’, en inglés, ‘pelusa’. En cómic, cualquier cosa menos una ‘pelusa’. De hecho, es lo más alejado a una ‘pelusa’ que se ha publicado nunca. Supongo que me habéis pillado.
‘Lint’ es la última entrega de la ‘ACME Novelty Library’, de Chris Ware. Chris Ware es ese señor que se lió a hacer tebeos con la mano sobre el papel y la cabeza en Alfa Centauro. O más lejos. Una cabeza que en realidad es un agujero negro situado en el centro de la galaxia que se traga todo lo que orbita a su alrededor. Y ‘Lint’ es su última Obra Maestra. Digo ‘última’ porque tiene unas pocas. Bueno, pues ésta es la última. Por ahora.
‘Lint’ cuenta la historia de Lint, un tipo que un buen día llega a este mundo y tiempo más tarde se va de él. Entre ese alfa y ese omega, pues está la vida. Y Ware nos la cuenta. La vida. Nos la cuenta como nadie lo había hecho jamás. Nunca un dibujante de tebeos había llegado tan lejos. Ni por su ambición, ni por su técnica, ni por su lenguaje. Nadie.
Siempre me he imaginado a Ware como un alquimista, infatigable, en su sancta sanctorum, trabajando sin descanso, entregado a su Obra. Destilando procesos antiguos de los Viejos Maestros, desentrañando la Palabra, estudiando los  manuscritos arcanos,  forjando el Destino. Su Destino. Todavía no lo ha conseguido, pero no va a parar. Porque tiene que cumplir una Misión.
Y si eso significa que va a seguir creando tebeos como éste, por mí que no lo consiga nunca.

domingo, 30 de enero de 2011

REGRESO AL FUTURO.

Eddie Campbell es un viajero del tiempo. Hace treinta años, sabe dios cómo, viajó al futuro, echó un vistazo, y empezó a hacer ‘Alec’, consciente de que cuando terminara, la novela gráfica sería el cómic del presente y entonces todo su trabajo tendría sentido. Lo digo ahora que he terminado de leer los dos volúmenes en los que se recopila la obra, y es la única explicación plausible que se me ocurre. Si tenéis una mejor, decídmela, por favor.

En el tebeo, Alec, que es Campbell y no lo es, hace un pacto con el destino. En el mundo real, en la mesa de dibujo, Campbell se pincha en el dedo, y sale tinta en lugar de sangre. Con ella sella su acuerdo y luego dibuja el futuro. Que es ahora.

¿Y de qué va ‘Alec’? Pues de una vida, y muchas. También es historia, teoría, y práctica del cómic. Un manual. Una comedia. Muchas borracheras.Varios dramas.

Y todo escrito y dibujado por un maestro, para nosotros, ahora.



viernes, 28 de enero de 2011

EL AMO DEL CALABOZO.

Otro de los tebeos que me dieron fuerte en la cabeza el año pasado fue ‘Dungeon Quest’, de Joe Daly. Daly es inglés, vive en Sudáfrica, es de mi quinta (un año menos, 79) y me imagino que le dio al rol en su adolescencia. A lo mejor sigue jugando ahora. No sé.
‘Dungeon Quest’ es una novela gráfica de aventuras. Y su estructura es la de cualquier partida rolera. Ah, ¡qué le vamos a hacer! Sus protagonistas tienen fichas que detallan su equipo, puntos de vida y cosas por el estilo. Cierto: dicho así, suena a coñazo. Pues no, no lo es.
No lo es porque es divertida. Como las buenas partidas de rol. Yo también he jugado a esos rollos, lo confieso. Y lo he pasado en grande, gracias a que mis compañeros de mesa no se tomaban aquello muy en serio. No pasa nada por hacer trampas.
Con esto no digo que Daly haga trampas, que no las hace. No es ése el caso. De hecho, ‘Dungeon Quest’  es canónica en sentido estricto, a priori puede parecer una transcripción literal de una partida de un hipotético juego de rol de fantasía heroica. Pero jugada por una panda de porretas. Los personajes son auténticos freaks (de los de verdad, ya sabéis), el dibujo es graciosísimo, los diálogos son directos y frescos. Hay heroicidades y peligros, búsquedas y milagros, sí, pero esto no es Tolkien, claro (por aquello de Sudáfrica), y por eso no se cantan viejas canciones de batalla, se tararea Led Zeppelin, no se bebe hidromiel, sino vino barato.
No, Daly no es un tramposo, es que es un sinvergüenza; de los buenos, claro.


jueves, 27 de enero de 2011

SE ME PASÓ EL ARROZ, DE TANTO USARLO.

Con ‘Arroz pasado’, el cómic de Juanjo Sáez, me pasó una cosa que jamás me había ocurrido leyendo un tebeo. Tuve que cerrarlo de golpe, dejar de leer y darme un paseo. No podía seguir. Lo estaba pasando fatal. Pero mal de verdad.
El tema es que el prota del tebeo, un pobre mamón que todos somos, o hemos sido alguna vez, queda con su ex - novia y una pava a la que se quiere tirar. A la vez. Y por error. O sea, que allí anda el desgraciado, queriendo morirse, y como no sabe qué hacer porque la situación es un horror,  se mete en el cuarto de baño de una cafetería, lloroso, destruido. Ahí tuve que dejarlo: estaba sufriendo por ese tío. Ese tío dibujado.
Después de un rato, volví a leer. La cosa empeora. Y por eso, mejora, claro. ‘Arroz pasado’ es muy divertido, mucho, una gozada. Pero si lo lees, te pueden pasar cosas como ésta que os he contado. Porque Juanjo Sáez tiene esa habilidad que tienen los artistas buenos: que crean seres vivos, y te preocupas por ellos, aunque no tengan cara. Ni puta falta que le hace. Es un mecanismo tan viejo como esto de los tebeos, la caricatura, el trazo divertido, eso de poner dos círculos bien gordos y ya tienes a una tetona provocadora.
Es complicado hablar de los tebeos de Sáez, porque son muy complejos, aunque no lo parezcan. Pero os resumo: son muy buenos, muy divertidos, muy poéticos, muy sinceros y muy de ahora. Más o menos lo que os dije ayer. Y éste en concreto, es una barbaridad. Es normal que le guste a tanta gente, digo yo.
Siempre pasa así con las cosas bonitas.


miércoles, 26 de enero de 2011

ME PRESENTO SI ESO.

Hola a todos.
Las dos cosas que más me gustan en la vida son el fútbol y los tebeos. No sé cuál de las dos me gusta más. Hombre, son cosas diferentes, sí, pero bueno, qué le voy a hacer. Aquí hablaré de tebeos, claro. ¡Estaría bueno! Sobre todo, de los que me gustan a mí. Es lo normal, ¿no?
¿Sabéis qué? Me gustan los tebeos que se hacen ahora. Me gustan mucho. Son nuevos, son diferentes, son otra cosa. Algunos de ellos son novelas gráficas. Me gusta la novela gráfica.
Creo que tenemos suerte. Vivimos en el mismo momento en que Chris Ware hace sus tebeos. Sólo por eso ya valdría la pena, pero hay más. Está Clowes, y Sacco, y Satrapi, y Burns. Y Shaw y Vives. Y Alzate y Altarriba. Un poner. Pero quiero más, más autores, más obras. Mejores, si se puede.


Y como yo hay más gente que quiere hacerlo, a mí no me cabe duda. Lo de leer novelas gráficas, digo. Hay gente a los que no les interesa un pimiento quién ha sido el que la ha palmado en los 4 Fantásticos. Que sí, que oye, que me parece bien que haya fans de los 4F. Yo lo era. Y de Hawkgirl, si me apuras. Pero no  voy por ahí. Espero que sepáis entenderme. Yo os entiendo a vosotros. Os amo a todos.
Pero quiero que me hablen de la vida. De nuestras vidas. De nuestro tiempo. Con una voz propia, con gracia o sin ella, pero sincera. Esto es lo que vais a encontrar aquí. Tebeos de ahora. Y cuanto más nuevos, mejor. No voy a perder el tiempo, ni os lo voy a hacer perder a vosotros (si es que hay un ‘vosotros’, claro).
Supongo que como presentación ya vale. Mañana o pasado hablaré de un tebeo que me ha vuelto loco, el ‘Arroz pasado’ de Juanjo Sáez. Pasaos si eso. Aquí os espero, comiendo un huevo.
¡Ea, nos leemos!