sábado, 29 de octubre de 2011

UN POST TINTINERO SIN MUCHO MISTERIO.

'Las joyas de la Castafiore' es una obra maestra de tal calibre que da miedo cuando vuelves a ella. Ayer lo hice, antes de dormir, al rebufo tintinil de este fin de semana.

El dominio de la métrica que despliega Hergé apabulla. Aporta y maneja tal cantidad de información por página que uno llega a pensar que es imposible que la jugada le salga bien. Bueno, no es que le salga bien, es que le sale perfecta. Es muy frecuente describir este álbum con la siguiente sentencia: 'el único álbum de Tintín donde no pasa nada', oponiéndolo así a las aventuras abracadabrantes que vive el reportero en el resto de la serie. Entiendo el sentido, pero creo que es un error. 'Las joyas...' es quizás el tebeo que tenga la mayor sucesión de anécdotas, movidas, gags, giros, requiebros y vaciles no ya de la saga tintinesca... ¡tal vez de la historia del cómic!

Cómo sé que hay un compadre que aún no se lo ha leído, que ya le vale, no quiero ir mucho más allá. Pero a él, y a todos los que aún no hayáis tropezado en el escalón roto de Moulinsart, os recomiendo... qué cojones recomiendo, os exijo que os leáis 'Las joyas...' a la voz de ya y luego hablamos, ahí, en los comentarios.
¡Venga!



lunes, 24 de octubre de 2011

HORROR SUPREMO.

Sabéis que suelo hablar más de tebeos que me molan, por aquello de ser constructivo, reflexionar y tal. Hoy no. Hoy se pasea por aquí un tebeo que odio con toda mi alma: el  'Supreme' de Alan Moore.

La historia, para el que no la sepa. Supreme es un personaje de estos fardones, hijo de los noventa y de Rob Liefeld. Una cosa de músculos, con una capa. Tampoco me preguntéis mucho más. Pero, ay, por una movida de estas raras que pasan en los tebeos, Liefeld llamó a Alan Moore para que trabajara en la serie. Moore puso una condición, tabula rasa y que le dejaran a lo suyo. Dicho y hecho. 

Y lo que vino luego, en fin, lo que vino luego fue el horror del que quiero hablaros. ¡Menudo cabreo! Mirad, Moore convierte al bueno de Supreme en un trasunto del Superman de los cincuenta y primeros sesenta, un homenaje metaficcional a Superboy, la Legión, Krypto, Supergirl, la Liga de la Justicia y si me apuras, hasta a Julie Schwartz. En definitiva, a todas esas cosas que suenan a chino al lector-no-fan-loco. 
Y aquí es donde quería llegar. Ya está bien, amigos. Lo que no se puede no se puede. No, Supreme no es Superman. ¿Dónde está la gracia? ¿Es una parodia? ¿Un homenaje? ¿Por qué? ¿Cuántas veces quieres contar la historia definitiva de Superman, Alan Moore?

Aburrido, pretencioso e indescifrable para el profano. Los tres pecados mortales que convierten en veneno a cualquier tebeo de superhéroes. ¿Qué pretendía Moore? ¿A qué lector se quería dirigir? ¿Cuánto tardó el lector de Superman en enterarse de que estaban 'homenajeando' a su personaje favorito dos calle más para allá? ¿Se puede escribir Superman sin Superman? ¡Claro que no! 

Tenía que desahogarme, nenes. Concedédmelo por esta vez. Ahora me gustaría escucharos a vosotros... ¿le tenéis tirria a algún tebeo en particular?


viernes, 14 de octubre de 2011

NEED YOUR LOVE TONIGHT.

Hay un lugar común muy transitado cuando se habla de Daniel Clowes que me irrita bastante, una idea que sobrevuela por las limpias mentes de un sector de lectores (de aquí y de allá) que no tolera las manchas. Es muy sencillo, Clowes en un misántropo, un amargado y su visión del mundo es pesimista y oscura. Algo que, como todos sabemos, está mal, porque los tebeos tienen que entretener y ofrecer evasión, un refugio de fantasía prístina que blablabla, etcétera.

Hace poco que he leído 'Mr Wonderful', el último tebeo de Clowes, una 'actualización' corregida y aumentada de la versión on line que se publicó en 2008 en The Funny Pages, el suplemento tebeíl del NY Times. La historia es sencilla, un cincuentón tiene una cita a ciegas (preparada por unos amigos) con una chica que resulta ser un encanto. Pasan unas movidas y bueno, ese es el tema. Emocionante, ¿eh?

Pues claro que lo es.

Quizás es el Clowes más cercano que he leído nunca. Entendedme, es genuinamente americano, como siempre, pero bueno, es que esto es una historia de amor universal en cinemascope. El formato apaisado del libro, enorme, consigue que la trama adquiera su verdadero tamaño, que es, en definitiva, el de la vida. Porque la vida es grande, amigos, aunque hablemos de cosas pequeñas. Nunca lo olvidéis.

Aquí enlazo con lo que os contaba al principio. Marshall, el protagonista de 'Mr. Wonderful', se nos presenta tenso, un poco cabreado, a la defensiva. Pero es que acaba de pasar un divorcio doloroso, tiene esa edad en la que se le empiezan a ver las orejas al lobo, y, por amor de Dios, su cita a ciegas no aparece por ningún lado. No me digáis que es una situación divertida. Y entonces, como haría cualquiera de nosotros, Marshall piensa. Piensa mucho, muchísimo, todo el cómic está plagado de sus ideas, de sus percepciones, todo lo que se cuenta pasa por él. Y como nos pasa a todos, no todos sus pensamientos son alegres.

Pero eso no es malo. Tan sólo es real. Supongo que pilláis por dónde voy. Y es por eso que, sobre todo, Marshall no quiere estar solo. Desea que el plan salga bien, que, por encima de todo, este embolado sirva para algo. Quiere amar, cojones, vivir. Eso nubla la vista. A todos nos pasa. Y, maldita sea, no me digáis que no.

Venga, ahora decidme que Clowes es un amargado, que seguiré sin creérmelo. No, amigos, lo que le pasa a Clowes, es que está vivo.





martes, 11 de octubre de 2011

DEPARTAMENTO DEL 890 DE LA QUINTA AVENIDA.

Bueno, venga, voy a aprovechar la coyuntura para contaros cuál es mi momento favorito de las aventuras de los Vengadores. Buf, yo era muy fan de los Vengadores, ¿eh? Bueno, voy.

Número 198. Escribe David Michelinie, dibuja George Pérez. Simon Williams, el Hombre Maravilla y Hank McCoy, la Bestia, están dando un paseo, bien arrimados, borrachillos y cantarines. Vuelven de una doble cita que ha resultado desastrosa. Han estado toda la noche de juerga, y la Bestia decide que es buen momento para hacerle un regalo a su amigo, así que suelta lo siguiente: '(...) siento que esta noche haya salido mal, pero voy a compensártelo, ¡sí señor!'. 
Y bueno, al final no le come la boca ni nada, lo que quería el bueno de Hank era enseñarle a Simon el amanecer de Manhattan a la orilla del Hudson, pero llega un robot samurai gigante, se lían a tortas y en fin, ya sabéis, la dinámica habitual. Pero ese momento de ternura entre hombres, ese bonito juego homosexual-pero-no... ahh, lo recuerdo con muchísimo cariño.

¡Ya está! Esa es mi historia. 
¡Vengadores, reuníos!




lunes, 3 de octubre de 2011

NO ES OTRO POST SOBRE LA CRÍTICA, SÓLO LO PARECE.

Le robo a Eddie Campbell esta cita que publicó en su blog hace unos días, formulada en su día por el  ínclito borracho, terrorista y escritor Brendan Behan: 'Los críticos son como los eunucos del harén; saben cómo se hace, lo ven hacer cada día, pero son incapaces de hacerlo ellos mismos'. Jojo, menudo fiera, el Behan. Bueno, a mí me ha hecho gracia, no sé a vosotros... Ya me decís si eso, ¿ok?


domingo, 2 de octubre de 2011

UNA VEZ MÁS, CON SENTIMIENTO.

Esta vez voy a ser breve, y espero que se me entienda. Voy.
Cada vez que se defiende la estructura industrial de los comic books americanos, y la falta de retribución de los derechos de autor se entiende como un 'mal necesario'... Cada vez que se pronuncia el término work for hire mientras se ladea la cabeza con el ceño fruncido... En definitiva, cada vez que se recurre al argumento 'es que si no hubiera sido así, no hubiera existido el Universo Marvel/DC'...
Bueno, cada vez que hacéis eso, Mr. Natural reza una plegaria por vuestras almas.




¡Eso que os lleváis!