miércoles, 24 de agosto de 2011

LE DÉBUT.

Nenes, que no os lo he puesto, el otro día debuté en Entrecómics.
Más contento que la hostia. Más claro, agua. 
¡Hala!




martes, 9 de agosto de 2011

HUMOR AMARILLO.

Bueno amigos, acabo de terminar 'Garden', de Yuichi Yokoyama. Es una cosa de quitar el hipo. Algunas consideraciones urgentes, a continuación.

A_Yokoyama pertenece a esa clase de dibujantes que disfruta dibujando. El tío juega cuando dibuja, y se nota. Le gusta dibujar estructuras, montañas, coches, cosas bonitas, feas, blandas, duras, onomatopéyicas. De esas, hay un buen montón en 'Garden'. 

B_El argumento es el siguiente: unos tipos raros se cuelan en un jardín aún más raro y no paran de ver cosas locas. A cada página. Sin tregua. De vez en cuando, parece que los dueños de la cosa les van a pillar y se van a ganar una regañina, pero no. Así durante trescientas páginas. Y listo.

C_Inevitablemente, 'Garden' recuerda a 'Fuun! Takeshi-jo', esa obra maestra de la tele parida por Takeshi Kitano que aquí se tradujo como 'Humor Amarillo'. Centenares de concursantes superando pruebas absurdas, saltando de aquí para allá sin saber muy bien qué va a suceder a continuación. Con dos salvedades, claro: allí había un objetivo final (el programa no dejaba de ser un concurso) y el efecto sorpresa se desactivaba tras ver un par de emisiones. Bueno, en 'Garden' tampoco hay descalabros de este calibre, eso apuntadlo también. Pero supongo que cogéis el rollo, ¿no? El aspecto lúdico, el 'y-ahora-qué'. Pues eso.

D_Yokoyama nos recuerda en varias ocasiones que los personajes de 'Garden' están, en definitiva, de paseo. Cada dos por tres, alguno de ellos saca fotos de lo que ve. Y supongo que luego las colgarán en sus respectivos Facebooks (¿se puede decir 'Facebook' en Blogger? Venga, las cuelgan en Google +). Pues eso, turistas. Con tiempo libre.

y E_Si queréis, un día nos pasamos por el 'Garden' ése. Está lejillos, pero es cuestión de ir con tiempo. Mirad, es aquí.



ESTO NO ES ARTE.





Oh, Jesucristo, de verdad: que les jodan, en serio. Que se vayan al puto infierno. Qué pereza, a estas alturas de la película. 
¿Y qué piensas tú de esto, Bob?



Pues no es mala idea. Venga, a follar, que son dos días.

lunes, 1 de agosto de 2011

JACK.

Mirad, el asunto es éste
Bueno, pues os voy a contar una historia. Venga, escuchadme.

En los años 30, Duke Ellington tenía la mejor big band del momento. Los contratos llovían. No paraba de componer y actuar. La época dorada de las orquestas duró hasta mediados de los 40, cuando el bop se impuso y los gustos del público cambiaron. Las big bands, tan caras de mantener, se disolvieron como azucarillos en el agua.

Tiempos duros.

Sin embargo, Ellington era autor. De temas de éxito. De temas de tanto éxito que generaban miles y miles de dólares en royalties. Dólares que le sirvieron para mantener viva su banda, ajena a las veleidades de la moda durante décadas, hasta su muerte. 

Temas de éxito, os digo. Canciones que no han dejado de sonar (y reinterpretarse) desde que fueron compuestas.

Thor, el Capitán América, Hulk, la Patrulla-X, los 4 Fantásticos.

El Duque pudo firmar contratos que le permitieron percibir el pedazo de pastel que él mismo se había encargado de hornear.

Pero, lamentablemente, el Rey no tuvo esa opción. Y al final, todo es así de sencillo.

Y de triste.