A estas alturas de la película, todos conocemos a Charles Burns. A saber: adolescencia, monstruos, drogas, oscuras pulsiones sexuales, imaginario pop. En glorioso blanco y negro. Me dejo cosas, pero ya me pilláis, claro.
‘Tóxico’ es su nuevo tebeo, una novela gráfica travestida de álbum de Tintín. También es la primera parte de tres, y como buen primer capítulo, presenta a los personajes y el germen de la trama. ¿Los temas? Pues bueno: adolescencia, monstruos, drogas, oscuras pulsiones sexuales, imaginario pop. Esta vez a color.
Bueno, aunque no esté transmitiendo mucho entusiasmo, el tebeo es espectacular, no os vayáis a creer. Un bonito tópico sería decir algo así como ‘Tintín y Burroughs se dan la mano’, pero no es eso, más bien se devoran el uno al otro.
Paréntesis. Si Goscinny fue el más americano de los franceses, Burns es el más francés de los americanos. Cierra paréntesis.
Paréntesis. Si Goscinny fue el más americano de los franceses, Burns es el más francés de los americanos. Cierra paréntesis.
Burns en ‘Tóxico’ juega fuerte, y su mayor apuesta es el contraste que establece entre la cuidada mise en scène de las secuencias de viaje del protagonista por ese remedo de la Interzona post-‘Almuerzo desnudo’, frente a la fragmentada e incompleta reconstrucción de la experiencia del ‘mundo real’. El sueño se convierte así en la experiencia confortable, el lugar seguro al que acudir cuando los malos recuerdos se agolpan en la sien y no paran de golpear con la fuerza de un martillo.
¿Cómo no vas a querer soñar, si es la única manera de escapar?
1 comentario:
no me digas porqué (sí, el toque tintín en la portada, será eso) pero pensaba que Burns bajaba los quilates del mal rollo... nahhh, sigue siendo tremendo. Pero quiero más y más. Los tres tomos ya.
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