lunes, 31 de diciembre de 2012

DAVID, DAVID Y DAVID

Me gusta leer tebeos. Cada vez que puedo, leo tebeos. Me flipan los malditos tebeos. Este año he leído tebeos muy buenos. Pero mucho. Y mira, los que más me han gustado han sido dibujados por tres tíos que se llaman David, que hablan mi idioma y con los que comparto generación. Esto, claro, es un orgullo. Supongo que es fácil de entender.
Venga, al turrón, que se nos hace tarde y se acaba el año. Saco el alfabético. Feliz 2013.

AJA, DAVID

David Aja dibuja para Marvel la serie de 'Ojo de Halcón'. Ojo de Halcón es uno de esos superhéroes que nos gustan a los que leemos tebeos por una serie de razones que nunca se pueden explicar del todo. Básicamente, es un tío que tira flechas la mar de bien y es un poco cabezón. No, dicho así, no es una premisa muy atractiva.
Sin embargo, Matt Fraction (el escritor del asunto) y David consiguen no solo que sea atractiva, sino divertida, emocionante e imprescindible. Los personajes respiran, hablan, se mueven. Hacen bromas, se enfadan, se enamoran. Y se pelean, claro. Bueno, es un tebeo de superhéroes. Especial, sí, pero de superhéroes. Alguna hostia que otra tiene que haber.
Aquí es donde entra David, el hijo perdido de Steranko y Mazucchelli. De uno ha heredado el formalismo avant-la-lettre, el sentido de la página como unidad, el diseño como ética. Del otro, la calidez, las emociones, el realismo, la búsqueda de lo esencial. Todo tamizado a través de una sensibilidad groovy y vacilona con miras de verdadero artista contemporáneo. En cada página, en cada número, una nueva apuesta. Un giro, una búsqueda. Si se puede representar una llamada de teléfono de una manera que nunca hayamos visto, hay que encontrarla y dibujarla como nadie lo haya hecho antes. Creo que nada puede definir mejor a un buen dibujante. Y este no es solo bueno. Es de los mejores.



RUBÍN, DAVID

'El Héroe 2'. El fin de la odisea personal de David Rubín, la revisión posmoderna del mito de Heracles, el tebeo de superhéroes definitivo. El mejor halago que se le puede hacer es que Kirby estaría orgulloso de los dos, del tebeo y del artista. Monstruosa afirmación de la voluntad y del amor por los tebeos, David configura un díptico de chorrocientas páginas que supone  la concreción de un arte nuevo que emerge desde las vísceras, el corazón y los cojones. Lo espectacular establecido como honestidad, puñetazos a dioses que buscan un mundo mejor. Un carrusel de dibujo empíreo y de soluciones gráficas olímpicas puestas al servicio de una historia de profundidad humana más allá del mito. Oscura, trágica, pero atravesada por luminosos rayos de sol. Una novela gráfica cuya existencia es una invitación al optimismo, pero a ese optimismo que se gana tras luchar y trabajar duro. Ese que es una recompensa y no un placebo para mequetrefes.





SÁNCHEZ, DAVID

El tercer David ha publicado dos tebeos este año. Del primero, 'No cambies nunca', escribí hace tiempo: 'Si oliera, lo haría como una sopa coreana de carne de perro. Una puesta en escena soberbia y aséptica que cobija todo tipo de pulsiones sexuales enfermizas, enfermedades infecciosas venidas del futuro y oscuros secretos epidérmicos'. Con el segundo, 'La muerte en los ojos', visita el abismo de la mente tirando por Despeñaperros. Y es que no se puede decir mucho más del argumento sus tebeos. Ese es el secreto de un artista que explora un terreno habitado por lo evidente-sugerente. David lo dibuja todo, es maléficamente sencillo en su representación de línea clarísima y colores planos. Desnuda tanto su página 'visible', que el choque con lo 'invisible' es más duro aún. Propone viajes inconscientes, y ahí es donde habitan los dioses y las pesadillas. Si bien su imaginario pop  resulta identificable y seguro para el lector que lo contempla, todo se disipa si aceptamos su paseo hipnótico por el filo de la cordura. En 'La muerte...', la explosión definitiva de su arte se ha contenido de manera natural en 24 páginas que ponen sobre la mesa el nuevo rumbo de un auténtico chamán, un transmisor entre mundos que vibran a diferentes velocidades y que se presentan, majestuosos y peligrosos, disfrazados de inocentes tebeos.






1 comentario:

gerardo dijo...

Coincido con lo que dices de los tres. Son tres de los autores que mejor están haciendo las cosas y que mejor futuro tienen por delante.
Echaba mucho de menos que hablaras de cómics, por cierto. A ver si en 2013 te puedes prodigar más!

Un abrazo.