martes, 5 de febrero de 2013

EL ESTADO DE LA UNIÓN


España está en crisis.

Esta obviedad, que debería estar grabada a fuego en nuestras almas, se diluye cuando hablamos de tebeos. Y no hablo desde un punto de vista artístico, que también (ver post), hablo de euros, ahora. De tiradas, ventas y retribuciones. El negocio. La manteca.

En el escenario actual, un fontanero o un arquitecto las pasa realmente putas para llegar a fin de mes, así que imaginaos un dibujante. O un editor. Una crisis endémica de un sector que se multiplica: la gente cada vez lee menos y descarga ilegalmente más. No es buena ecuación.

El artista está en la encrucijada. ¿Puede atravesarla con éxito? Depende, ¿cuál es la medida del mismo? ¿El triunfo comercial? No hay receta. Sabemos que la fórmula de la Coca Cola está encerrada en algún arcón bajo siete llaves, pero el bestsellerismo es campo para la criptozoología. De vez en cuando deja huellas, pero no se deja cazar. Es un animal huidizo.

¿Qué queda, entonces? La sinceridad con uno mismo y con su trabajo. Es el único rasero mesurable. A partir de aquí, podemos construir, entre todos. ¿Difícil? Hombre, claro. Pero indispensable. Para ello, es fundamental conocer tu entorno: España está en crisis. ¡Os lo dije más arriba!

Así, ¿cuáles son las opciones? ¿El extranjero? ¿Y si no me apetece? ¿Puedo vivir de publicar mis tebeos en España? El otro día, Sergio Bleda escribió un ilustrativo e interesante post sobre tarifas y pagos, opciones de mercado, etc. Echadle un vistazo y ahora os cuento.

Hablemos de mí, como dice Paco Alcázar. Siempre he querido hacer tebeos. De chaval, hubiera matado por dibujar Spiderman. ¡Yo he aprendido a dibujar haciendo superhéroes! Ahora, con perspectiva, sé que no puedo hacer tebeos de superhéroes de otra manera que no sea la mía. No controlo el estándar, me faltan recursos y oficio. Esto es lo que os decía de la sinceridad. Es un punto al que hay que llegar. ¿Para qué voy a enviar mi portafolio a Marvel? ¡Si ni siquiera tengo portafolio! La pregunta es… ¿quiero hacerlo?

Si quisiera dibujar tebeos de superhéroes, debería aprender muchas cosas. Trabajar otras tantas. Esforzarme y sangrar sobre el papel o la Wacom, tanto da. Fijarme en los que lo hacen mejor que yo, encontrar mi voz, saber qué puedo aportar… pero no quiero dibujar superhéroes. Al menos, por ahora.

Y sin embargo, todas estas consideraciones son aplicables al trabajo de cualquier dibujante de tebeos. Mejorar, aprender, trabajar. Saber dónde te encuentras. Ser consecuente. Caer y levantarte. Y vuelta a empezar. 
Mi decisión ha sido dibujar en esta España en crisis. Dibujar y escribir lo mejor que he podido. Buscar el editor que mejor se adecuara a mi proyecto. Encajar los golpes. Escupir sangre y sacudirme la cabeza con los guantes. Volver al ring. Conocer el mercado y a tu público, saber para quién trabajas. Participar en la promoción, luchar por cada venta. Entender que de eso depende todo. Y saber que esto no es fácil para nadie, que puede que tu obra no venda un pimiento. Pero que no sea porque no lo has intentado. Construir. Este es nuestro trabajo, este debería ser nuestro objetivo y nuestra posición como artistas pertenecientes a una industria débil que nos necesita fuertes.

Pero… ¿y si esto no nos interesa? ¿Y si queremos estar al margen del juego económico? ¿Y si no queremos ser profesionales, en definitiva? Fanzines, internet… No hay excusa para dibujar lo que quieras, lo que te apetezca, sin esperar nada a cambio. El problema está en que sí lo esperes. Si tu fanzinerismo es una propedeútica de tu profesionalismo, solo tienes que aplicarte el cuento que he explicado más arriba. Si eres feliz dibujando lo que quieres, no hay nada más allá de eso. El reconocimiento llegará o no… pero no hablábamos de eso, ¿no?

Sinceridad.
Y esfuerzo, y trabajo. Arrimemos el hombro. Hagamos mejores tebeos.
Seamos mejores artistas.
Y ahora, si me disculpáis, voy a escribirle un discurso a Rajoy. Os quiero a todos.


1 comentario:

gerardo dijo...

Muy de acuerdo con todo lo que dices. El mercado está como está. Pero además, incluso antes de la crisis, antes de que todos los profesionales de cualquier campo estuviéramos jodidos, el mundo de las artes ya era tremendamente precario.
La gente del cómic debe darse cuenta de que un novelista en España puede cobrar 1.000 euros por una novela. Que hay mucha gente (y buena) haciendo música que no puede dejar su trabajo "normal" para dedicarse a ella por completo. Y esto viene de antes, ya digo.
Ante eso, ¿qué hacemos? ¿Qué hacemos si el mercado es el que es, si las ventas son exiguas? Por un lado, desde luego, buscar modelos de negocio alternativos más justos con el autor. Pero incluso así, no da, no llega. Y no es culpa de editores, ni de autores, claro.
Así que ante eso, lo que tú dices me parece lo más honrado. Trabajar, ser mejores, y crecer. Yo creo que el mercado del cómic español está en ello, de verdad.

Un abrazo!